La madre tierra

  

Cerro Chirripó by Andrés Muñoz is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License

Esta imagen fue capturada en el transcurso de la cuesta de los arrepentidos, exactamente en el kilómetro 14 hacia el Cerro Chirripó. Se puede apreciar como el sol está empezando a salir por la cordillera de Talamanca y este se refleja en las nubes de una forma sumamente hermosa. También se observa la vegetación que abunda en esta zona, que, en sí, es una vegetación de árboles y arbustos enanos que se da por las condiciones climáticas que presenta este lugar. Además, queda claro lo grande y maravillosa que es la madre tierra al regalarnos estos tipos de paisajes.

Muchas veces las personas andamos tan de prisa que no nos tomamos el tiempo para observar todas las maravillas de este mundo, desde amaneceres, atardeceres, noches sumamente preciosas, en fin, la tierra nos regala miles de momentos que tenemos que aprender a apreciar de una mejor manera.

Representación personal:

En lo personal, esta imagen tiene mucho valor sentimental, debido a que la tomé la segunda vez que subí el Cerro Chirripó, ya que significo un gran esfuerzo, dedicación y sobre todo coraje que tuve para no darme por vencido. Fue una aventura en la cual llevé mi mente al límite porque por más que muchas veces quise darme por vencido en el transcurso del camino, mi mente no me abandono y me ayudo a seguir adelante hasta la cima, lo que fue de gran satisfacción porque cumplí una de mis metas y con una promesa había realizado.

Si alguna de las personas que está leyendo este blog, en algún momento tiene la oportunidad de ir y escalar este cerro, hágalo, no lo dude 2 veces, es de las experiencias más lindas que una persona puede vivir. La condición física no es excusa para intentarlo, porque al final de cuentas uno sube a puro esfuerzo y mente, como dicen por ahí, la mente es lo más poderoso del cuerpo humano y aquí es donde eso queda en evidencia. Solamente es cuestión de proponerse las cosas y no darse por vencido nunca.